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sábado, 27 de septiembre de 2008

Las luces bajas no encandilan

Sentado en la silla de mimbre que quedó como legado de la abuela, frente a su i-mac plateada, un 38añero presiona las teclas tratando de encontrar las palabras justas que ordenen sus pensamientos, o lo que es peor, tratar de ordenar sus pensamientos antes de transformarlos en palabras.
Loco.
Todo muy de golpe para alguien que acostumbra esperar la séptima ola para barrenar más lejos.
Será que ver a las azaleas llenas de flores me dejaron hacer foco, será que ver brotado el espinillo que yamadorié con Pablo en Córdoba me relajo la espalda...
El sillón cruje con cada movimiento de cintura, con cada estirar las piernas.
Será que no me sale caretearla. Será que se me nota.
De la nada al abismo.
Un guamayén de fruta y mucho amor me alcanzó para empezar el camino.
Algunos premios, algunas clases, la revista y un primer año aprobado de un curso internacional fueron el peaje. ¿A dónde llegar? ¿Importa?
Liporace hablaba de Holanda, yo pensaba en Tapiales.
Me hablan de demostrar, yo pienso en divertirme.
No hay forma. El sillón de mimbre que quedó como legado de la abuela no me ayuda.
Sensei, Oyakata, cultivo, diseño. Mente, corazón y manos. Fibonacci, Naka y Kimura.
¿Qué corresponde hacer cuando uno hace bonsái?, ¿analizar el comportamiento de las velas de un pino negro o entender a la línea del tronco como un mensaje en sí mismo?
Da Vinci decía que una de las reglas para aprender a dibujar era saber escuchar a los que estando alrededor del que dibujaba, opinan. La regla dice que hay que saber escuchar esas opiniones.
-Nunca toques un bonsái que no sea tuyo a no ser que te pidan remodelarlo, sé crítico, objetivo. Palabras de Liporace.
-Vos diseñas, esa es la diferencia. Palabras de Marita.
Arrastrando el alma de plin plin yo sólo me divierto. Si contagió, mejor.
Todo muy de golpe para alguien que acostumbra esperar la séptima ola para barrenar más lejos.
Tenías razón negro, un bicho de ciudad.
Las luces bajas no encandilan al del enfrente, pero te ayudan a ver por donde vas.

La próxima empezamos con el diseño.


Los Piojos - Bicho de ciudad.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu "madre en el bonsai" te agradece la felicidad que le proporciona tu crecimiento y que siempre la tengas presente.

JUANIMILU dijo...

ENTRE TUS LOGROS Y HAZAÑAS DE ESTE ULTIMO TIEMPO TE HAS OLVIDADO DE ESTE BLOG, QUE NOS LLENA DE SATISFACCION, NOS INTRUYE Y NOS MUESTRA PARTE DE TI. NO SE SI ALGUNA VEZ TE LLAMARAN "SENSEI", PERO SIEMPRE SERAS UN "TROESMA"
SABIO ES AQUEL QUE CUANDO LLUEVE TIENE PARAGUAS. SABIO ES AQUEL QUE CUANDO HACE CALOR ESTA DE CHOMBA. SABIO ES AQUEL QUE CUANDO DESCORCHAN TIENE VASO. SABIO ES AQUEL QUE CUANDO LLEGA LA POLICIA, YA SE FUE.

Anónimo dijo...

Sergio: poco entro en la compu, menos en un foro y recién empiezo a entender que es un blog o algo parecido, pero me atreví a entrar en Argento y descubrí en tu escribir como contagias un montón de afectos, admiro la forma tan sencilla que expresás lo que sentís, bueno después de todo;EL MUNDO ES REDONDO PARA QUE LA AMISTAD CIRCULE. Seguí con esto, un abrazo: Marcelo

Anónimo dijo...

tube la suerte de empesar el curso de diseno empesado por ese gran futuro maestro del bonsai, la verdad agradesco dia a dia haber llegado a bonsai estudio y conocer a esas personas marabillosas que nos juntamos a pasamos eso ratos inolvidables. sergio no dejas de sorprenderme con lo que haces y como lo explicas.
el ano que biene creo que vas a tener un companero de viaje ya que me lo propuse y se que con vos no voy a dejar de aprender nunca.

salu2 y gracias por este maravilloso blog!!!!!!!!!!!!


kalysai

Anónimo dijo...

Pensé por un momento, que en el apuro por elegir la ola para barrenar, podía perderse LA MAGIA.
Ayer, despues de la primera clase de diseño, para mi tranquilidad comprobé que había desaparecido Emanuel pero había aparecido Coperfield.
Seguí con las luces bajas.