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miércoles, 20 de agosto de 2008

Cómo hacer bonsái -Primera parte: el respeto-

Hay muchas formas de iniciar una colección de bonsái. Otras tantas nociones técnicas de diseño y horticultura que, basadas en los lineamientos de los maestros japoneses, son las herramientas necesarias para hacer uno mismo su propio bonsái.
Pero en esta seguidilla de post que empiezan con este, voy a hablar de, a mi modo de ver, es el elemento indispensable para hacer bonsái: el respeto.
Respeto a la naturaleza, respeto a la técnica, a la paciencia, a las dudas, a uno mismo. Pero, tal vez, el respeto de más valor en el camino del bonsái es el respeto hacia el maestro.
¿Quién determina quién es maestro?, el alumno.
¿Quién es alumno?, aquel que necesita un maestro.
Demasiado fácil para ser tan complicado.

A mi maestra con cariño

Soy alumno de Marita, desde hace años, muchos. Desde mi primer risa al escucharla decir nombres científicos de plantas (pensaba que me decía cualquier cosa) hasta trabajar sus árboles más preciados.
De a poco me fue pasando sus conocimientos, mucho más rápido me enseñó a dudar. Otras me pidió que la acompañara, otras, ayudarla a demostrar.
Siempre recuerdo un video de John Naka haciendo un bosque en una convención del BCI, tenía como ayudantes a Ernie Kuo y Ben Oki, dos maestros tan grandes como Naka mismo pero que, respetando a su maestro, no dudaron en ayudarlo.
Y si bien Marita no es Naka ni yo Ben Oki (se nos nota en los ojos solamente) el placer que me da acopañarla en sus demos es algo que siempre agradezco.

Un bosque en Porto Alegre

Este bosque de juníperos shimpaku lo hizo en el Congreso de Bonsai Sul, y como en muchos otros, tuve la suerte de acompañarla. Cinco árboles, una laja y un poco de alambre le alcanzaron para crear esa atmósfera especial que tienen todos sus bosques. Después las fotos, y los autógrafos. Después volver a esperar otra demo, otra invitación para ayudarla, para demostrale mi respeto.




Desde el aeropuerto y por celular me pidió que le eligiera los árboles, que los alambrara y les diera una poda mínima. Marita dió la clase y armó las paredes que harían las veces de contenedor del bosque.

Luego de colocadas las plantas siguiendo las reglas de la perspectiva, llegó el momento de presentarlas para el plantado y relleno de los espacios vacíos entre cada planta.






Otra de los tantos bosques con los que Marita deleita al público.

A puro chaleco de bonsái argento, siempre espero su orden para acompañarla en las fotos.

El bosque, el espacio, el diseño.
El respeto por cada uno de los elementos necesarios para hacer bonsái.
Respeto por el tiempo, la armonía, el ritmo.
Respeto por lo que se hace. Respeto al maestro.

Gracias sensei.


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus palabras son una caricia para el alma, yo tambien te quiero y te respeto.
Marita

Anónimo dijo...

Tus palabras son una caricia para el alma, yo tambien te quiero y te respeto.
Marita

JUANIMILU dijo...

ES MUY GROSO LO QUE HACEN JUNTOS, EL RESPETO MUTUO SE NOTA. DE TODAS FORMAS YO CREO QUE HAY VECES EN QUE EL ALUMNO SUPERA AL MAESTRO. PONETE UNA ESCUELA QUE HAY OLOR A VOSQUE.