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martes, 10 de junio de 2008

Adiós ojos azules, dijo


Un gigante de ojos azules, amaba a una mujer pequeña
que su sueño era una casita, pequeña, como para ella
que tuviera en el frente un jardín
un jardín, con madreselvas...


Cada cosa a su medida
Muchas veces las plantas trepadoras pueden hacer esos: cambios visuales que impresionan y confunden, troncos pequeños pero muy extensos suelen cubrir árboles enormes tomando su forma y contorno hasta parecer, desde lejos, lo que no son.
La Hedera helix es una de ella, una trepadora, que con sus fuertes raíces adventicias se agarran a lo que tienen más inmediato. Con propiedades curativas como cicatrizante y analgésico, puede también con algunas bayas de su fruto producir una intoxicación grave, y aunque no es considerada una planta parásita, suele matar por asfixia de luz a los árboles que cubre.
La idea era hacer de una planta común de las que se consiguen en cualquier baldío, cerca de las vías del tren o en un jardín algo interesante, si se podía, y tratar de explicarle que aún siendo pequeña podía demostrar belleza.

Esta es su forma en abril de 2005, la conseguí en un intercambio de plantines, había sido trabajada tomando su volumen como punto focal.


El primer desafío era conseguir algo de conicidad, con un suelo muy poroso para que tirara muchas raíces y un alambrado firme para generar algunas marcas, le practiqué un acodo cerca del viejo nebari para engrosar la base. Abono, poda de los sarmientos y agua durante dos años.


Esta fue la reacción, ramas por todos lados y sarmientos que se querían enganchar en todo lo que estuviera cerca, las ramas de abajo del acodo las dejé para que siguiera engordando la base.

Enero de 2007, un cambio en el alambrado, desincrustar los que había dejado para que se marcara la corteza y una mini poda de formación, todavía faltaba engorde.

Agosto de 2007, como el engorde venía muy lento, decidí darle forma y plantarla en una maceta profunda, todo esa primavera la planta fue víctima de la nueva fórmula de abono orgánico.



Mayo de 2008, una vista aérea de la hiedra, lentamente va compactando y llenando los espacios negativos. Se diseñó con sólo 3 ramas y el ápice, bien tradicional, bien lineal, tratando de que los pecíolos no estirasen para compactar las masas de verde.


Vista actual (mayo 2008), la densidad va mejorando, este año me dedicaré sólo a engrosar el tronco alambrando raíces e injertando pedazos de corteza con abono zonal intencionado,
(para favorecer el crecimiento en lugares específicos).


Adiós ojos azules dijo, y con gracia muy voltereta
del brazo de un enano rico, entró en la casita pequeña...

El gigante comprende ahora, que amores de tanta grandeza
no caben ni siquiera muertos, en esas casas de muñecas
que no terminan en jardines
en jardines, con madreselvas.

(Dedicado a las mellis, que están aprendiendo a tocar esta canción de Baglietto)

PD: Podrás tapar un árbol grande y desde lejos parecerlo, pero si tu naturaleza es ser pequeño, pequeño serás (proverbio zen).


1 comentario:

Fabian dijo...

Hola Sergio:
Viendo los foros me enteré de este trabajito sobre la hiedra.Es una especie que me gusta mucho aunque no muy usada para bonsai.
Saludos!!!
Fabian