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viernes, 14 de septiembre de 2012

X Encuentro de la Federación Latinoamericana y Caribeña de Bonsái, FELAB 2012, San Pablo, Brasil

Unos días después
Ya pasaron algunos días de la finalización del X Encuentro FELAB, y ahora, con la ansiedad en sus niveles normales, y atendiendo al reclamo de los que dicen -con razón- que el Facebook le robó cartel a los blogs, subo algunos de los momentos inolvidables en San Pablo.
Sin dudas, un encuentro regional es siempre un lugar en donde las amistades se reencuentran. Volver nuevamente a Brasil, estar con Rock, con Zezao, con Nacho, es siempre un placer. Germán Arellano, José Rivera, Rafael Rebollo, son esos nombres que solía leer, y hoy estamos dentro de lo que se considera como “nueva generación latinoamerica”.
Compartir escenario con Salvatore Liporace -mi maestro- es un privilegio de los que no sé si se repetirán, y esta vez, el premio fue doble, porque Marita también estuvo muy cerca. Instantáneas de la vida que no se borran con el tiempo.
Desde Tapiales, hasta donde me alcancen las fuerzas.
Cacho, Tersio, Alfredo, Claudio, Cristian, Alejo: un ejemplo del nuevo bonsái rioplatense que se mueve al ritmo del corazón y no del bolsillo. Que saben que el conocimiento se consume diluído en amistad, y que no tiene otro costo más que un tiempo para conversar y, si se puede, una cerveza (busco la manera de utilizar la frase “bonsái de alta gama”, pero es evidente que no me sale mentir).
     

Faltaba el mate nomás. El descanso de los comensales (o le entramos duro al feijão).

 Algunos días antes del comienzo del Encuentro, fuimos a visitar a Hidaka-san y a Regina.

Primer grupo de demostradores: Rock Junior de Brasil, Zezao de Brasil, Rafael Rebollo Crespo de Chile, y José O. Rivera de Puerto Rico. Este encuentro tuvo la acertada decisión de invitar a muchos bonsaístas latinos.

El ficus trabajado por José, una clase intensiva de injertos. 

 Rock, trabajando un “yacaré” -junípero procumbens-.

Zezao en pleno trabajo para las cámaras. 

Debería ser la única manera en la que hay que mostrar los dientes cuando se hace bonsái, el momento de las risas. Rock y Zé y sus trabajos terminados.

Rafael Rebollo y su Junípero terminado.

El trabajo de Rock. 

El de Zezao. 

 Durante el Encuentro, se eligieron las nuevas autoridades para formar parte de la Comisión de FELAB.

Mientras tanto, en la habitación 1205, el 1882 perdía contenido. 

Segunda demo, Xec Fernández de España, Salvatore Liporace de Italia y yo, de Argentina.
Marita ofició de traductora al castellano, y Rock de traductor al portugués. 

CincoBARRAcinco, la fuerza de una idea entre amigos. 

Como siempre, cada vez que necesito ayuda, primero los nuestros. Gracias Cacho! 

De La Plata al escenario de Felab, gracias Cristian! 

El trabajo de Salvatore terminado. 


El de Xec Fernández.

Ese sábado, a la noche, fue la cena de camaradería. Divertida, muy amena. 
Una representación 5/5 internacional.

Se subastó una caja de herramientas Ryuga, se la llevó la gente de Bonsai Sul. 

Como la primera vez, volver a juntarnos años después habla de trabajo y continuidad. 

Con el Maestro Chase Rosade, y “una amiga”. 

Jorge -Tersio-, participó del concurso Nuevos Talentos Internacional. Grande Jorge! 

Tercera demo, Germán Arellano de Colombia, Nacho Marín de Venezuela y Frederico Farias de Brasil. 

¡It´s Showtime! 

Germán y su mujer Vivi, demo familiar. 

La Caliandra de Germán terminada. 

Nacho y Xameu trabajando el junípero -foto de Germán Arellano- .

Trabajo terminado -foto de Alfredo Croatto-. 

Trabajo terminado de Frederico. 

El junípero de Xec, el buxus trabajado por mi y el junípero de Rock. 

Solo de Buxus. 

El camino 5/5 lo puede transitar cualquiera. Cualquiera que se anime, claro. 


Volveremos volveremos, volveremos otra vez...
Antes de hacer mi demo, escribí en el Facebook unas palabras que reproduzco:

“Estimados, hoy comienza el X Encuentro FELAB, arranca la mañana en San Pablo. Día movido, se eligen las nuevas autoridades de la Federación y empieza oficialmente, con un coctel, el Encuentro.
En lo personal me siento como estar cerca de tocar el cielo, jamás imaginé una situación como esta, de poder compartir escenario con bonsaístas de elite, y a la vez, poder mostrar algo del bonsái argento.
Desde las infértiles discusiones viciadas de ego bonsaísta de algunos pocos años atrás hasta hoy, no ha pasado mucho, sin embargo me siento mil años más viejo.
El bonsái me regaló nuevos amigos, hermanos, muchos conocidos, compañeros de ruta -y algunos, muy pocos, desamigos-. Me siento un tipo con mucha fortuna, y soy muy agradecido por la oportunidad que me dan. Principalmente a ustedes, que me prestan momentos de sus vidas para “hacer bonsái juntos”.
Rodeado y contenido por Claudia, Sofía y Martina, la íncreible posibilidad de estar con Tersio Liftenegger, con Cacho Huertas y Alfredo Croatto: tenerla a mi sensei Marita Gurruchaga mirándome, devolviéndole una parte de todo lo que me “regaló”; reencontrarme con Zé, con Rock, Con José O., verlos a Cristian Cángaro, a Claudio Negre, a Daniel Daza, ¡así es fácil hacer bonsái!
Es raro levantar la vista y verme al lado de tantos impresionantes bonsaístas, Nacho, Salvatore, Pedro, Chase Rosade...
¡De Tapiales al infinito, y más allá!
Gracias a todos por el apoyo, a mi vieja (grande vieja que me bancas a morir), a mis hermanos, a mis amigos.
Me acuerdo una canción de cuando estaba en el secundario, una de los Enanitos Verdes, una parte decía:
“pero yo aún sigo cantando, y lo voy a seguir haciendo
una lección me dió la vida, tenés que hacer lo que el corazón diga”

Ojalá les pueda contagiar lo que siento, ojalá se desparrame: se puede hacer bonsái con onda, profesional, sin toda esa crosta maloliente que se resigna a trasnsformarse. Alguna vez, en alguna charla, les dije que esto iba a ser duro, pero loco, nadie nos puede decir que erramos el camino.
Cerati dice -en Beautiful-: mereces lo que sueñas.
Con el cincoBARRAcinco del otro lado del alambrado, FELAB 2012 ¡¡ahí vamos!!

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Y así fue.
Por suerte han aparecido otras invitaciones a trabajar en otros países, agradezco mucho la invitación de Germán para ir a Colombia, y la de Chicaõ para ir a Belo Horizonte. Se me vienen tantos momentos a la mente, todo va rápido, desprolijo por momentos, otros es como remar en dulce de leche, otros es sentirme parte de una manada que ya no se deja engañar por frases comunes, viciadas de seudo marketing. Siempre, siempre estaré agradecido.
Me quedo con dos fotos para terminar:


 Jorge, ayudando a trasplantar olivos traídos de Italia por Salvatore.
Jorge sabe que la experiencia no se improvisa, incansable, tosudo. Alemán.
Sacando las bromas, Jorge me genera orgullo, un tipo al que le sobran palabras y que habla mucho más con sus acciones. Aprendió a ser autocrítico, y solo (como lo viene haciendo hace tiempo), descubrió que el bonsái es mucho más que un foro, o un “me gusta” de Facebook. Falta muy poco para sentarnos frente a sus árboles y admirarlos mientras disfrutamos el paso del tiempo. 

Y esta es una de mis preferidas. Clau, la culpa de que yo haga todo esto la tenés vos.
Me acuerdo de muchas conversaciones, de los árboles trabajados en el departamento, de las veces que me pedís que, de una vez, ordene las macetas. Tenía muchas ganas de que estuvieras conmigo en un momento como este (y viviste en carne propia lo que significa estar en un festival de varios días).
Afortunado, así me siento, hago bonsái con mi familia. Entre amigos. Sólo los caracoles -que se comen mis plantas- me atormentan.
Ojalá se repitan estos momentos. Seguramente así será.

¡QMEDF!



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