Los bosques
Voy a separar este post en dos, este está dedicado al bosque de Gynkos, en el próximo a los bosques en general, adelantando parte del libro que estamos terminando junto con Marita y algunos otros colaboradores.
¿Qué tienen los bosques que nos llaman tanto la atención? ¿Por qué no compiten mano a mano con los diseños de árboles individuales -mucho más complejos- y sin embargo son de la prefencia de mucha gente? Parte de la respuesta está en las características del bioma que nos rodea, y la imagen estereotipada que tenemos de los bosques. Estamos a costumbrados a ver bosques. A muchos nos gusta caminar por entre los árboles que los componen y eso nos dá un parámetro muy fuerte para poder comparar una composición sobre una maceta o laja con su proyección -desarrollo- en la naturaleza, de inmediato nos damos cuenta si están bien combinados sus elementos, y aunque hay técnicas que facilitan el éxito, la mano del artista siempre es necesaria para crear esa atmósfera que atrae al observador, pieza indispensable para cerrar el círculo.
Cuando vino Masahiko Kimura a la Argentina hizo algunos dibujos para explicar a un reducido grupo de agraciados algunos conceptos, gracias a Marita llegó a mis manos este boceto, uno bastante particular con el que explicó -me contaron- la forma de diseñar bosques tratando de inscribir una buena cantidad de estilos según la posición de cada árbol dentro del bosque.
Dibujo de Masahiko Kimura en el que combina diferentes estilos para conformar un bosque.
La búsqueda de un ritmo lineal marcado por los troncos más el aprovechamiento de la perspectiva nos ayuda a crear la ilusión de una plantación en grupo. Pero esto lo dejamos para el próximo post, ahora hablemos del bosque de Pablo. Buscando entre tantas fotos encontré éstas, de la expo, aquel invierno de 2003 en el invernáculo del Jardín Botánico de Buenos Aires.
Un detalle, ya se notaban los años de las plantas -que se miden en décadas-.
Siete años leiter -lo que tardó Brad Pitt en salir del Tibet-
Un día me llegó un mensaje por el facebook, con aquel señor que hablaba y podaba en el vivero de Marita ya nos habíamos metido en el mar de Puerto Rico, -Sergio, tengo ganas de que me ayudes a remodelar el bosque ese que tanto te gusta, el de Gynkos, en realidad te lo dejo que lo hagas vos y yo te ayudo, te animás?, -Meanimo es mi segundo nombre, le respondí, el sábado a las 9? -Dale, no me fallés que te espero. Y ahí fuimos.
Un día me llegó un mensaje por el facebook, con aquel señor que hablaba y podaba en el vivero de Marita ya nos habíamos metido en el mar de Puerto Rico, -Sergio, tengo ganas de que me ayudes a remodelar el bosque ese que tanto te gusta, el de Gynkos, en realidad te lo dejo que lo hagas vos y yo te ayudo, te animás?, -Meanimo es mi segundo nombre, le respondí, el sábado a las 9? -Dale, no me fallés que te espero. Y ahí fuimos.
9:20 de la mañana, así estaba, muchos años de ir y venir a diferentes exposiciones y esa cosa de atracción sólo comparada con algunos trabajos de Marita y de Alberto Andreoli.
En la mesa de operaciones, un primer análisis de la estructura y posible rediseño fue consensuado con Pablo, un bosque así merece respeto antes que nada, y los casi 1.90 mts del dueño, también.
Las raíces estaban muy entrelazadas, el paso de los años visto desde abajo. Muestras de un buen cultivo.
Como corresponde a dos bichos de barrio, antes de empezar nos hicimos una lista de canciones que arrancaron con Pappo´s Blues y terminaron en El Bordo.
A esa altura de la mañana empezaron a llegar algunas personas que se contagiaron y se quedaron para dar una mano.
Separamos las plantas tratando de no cortar mucho las raíces, despejamos nebaris buscando características particulares de cada árbol para ser aprovechadas en el nuevo armado.
11:30 El detalle del mate -¡que detalle!- Una vez separados los Gynkos limpiamos la laja, ya estaba todo listo para el nuevo diseño.
Una prueba teniendo en cuenta los altos, las ramas disponibles y la disposición en grupos en forma armónica. Reciclamos los árboles, pasando los más jóvenes hacia adelante y escondiendo los más viejos en el fondo, la idea fue tratar de igualar el desarrollo de las plantas.
Dibujada la silueta del límite del bosque en la laja con una tiza, levantamos las paredes con keto -mezcla de arcilla con turba-.
Evitar que tres árboles formen un triángulo equilátero para que el ritmo visual no sea monótono, tratar que las ramas mantengan un patrón de crecimiento teniendo en cuenta la insolación y las sombras de ramas vecinas, levantar o bajar cada planta según la perspectiva que se busca.
Una vez acomodados los árboles, comenzó la tarea de relleno con una mezcla de suelo de minileca con compost, el por qué de esta composición tiene que ver con que es la que mejor le funciona a Pablo, y como el bosque lo cuida él, que mejor que un suelo que se útil a los dos, bosque y cuidador.
En estos casos, en lo que los árboles no tienen una abundante ramificación secundaria, siempre podo una vez que ya están plantados en su nueva posición. Está claro que la disposición de las plantas se hace teniendo en cuenta las ramas y la futura poda.
Algunos de los árboles tenían brotes basales, esos fueron ubicados en los extremos del grupo para darle más naturalidad y generar puntos de fuga visual.
El nuevo plantado, un total de 17 plantas. Para darle más importancia al árbol principal y hacer que visualmente la maza del tronco fuese más fuerte -todos son muy parecidos- se colocó uno atrás muy cerca de la línea de proyección de éste -el árbol principal-, de esta manera al estar encimados parecen engordar “a simple la vista” el tronco del Gynko que manda.
Yo te llevo para que me lleves
Los que hacemos bonsái somos parte de una rara raza de artistas, cultivadores y hobbistas con la manía de encontrar detalles y recordatorios en nuestros trabajos. Nos sabemos las historias de cada árbol y las contamos muchas veces como anécdotas de Indiana Jones, no todos, está claro. Pero en mi caso en particular tengo una lista de trabajos que fueron parte de mi aprendizaje y lo siguen siendo, son esos que se encargan de recordarnos de dónde venimos, lo que hacíamos, donde estamos. Este bosque tiene eso, sin decirme nada aquella vez se llevó parte de mi entusiasmo para devolvérmelo años después, como otra forma de entusiasmo.
Gracias Pablo por la oportunidad y por acordarte de aquella vez en la que te pedí los cortes de la poda, gracias a los que ayudaron.
Algunos días después me llamó Marita, para decirme que había visto las fotos, que le gustaba mucho porque le hacía acordar a un bosque de ella, uno de áceres muy viejos.
Sin dudas el mejor comentario que podía recibir, si fué ella la que me enseñó.
Los que hacemos bonsái somos parte de una rara raza de artistas, cultivadores y hobbistas con la manía de encontrar detalles y recordatorios en nuestros trabajos. Nos sabemos las historias de cada árbol y las contamos muchas veces como anécdotas de Indiana Jones, no todos, está claro. Pero en mi caso en particular tengo una lista de trabajos que fueron parte de mi aprendizaje y lo siguen siendo, son esos que se encargan de recordarnos de dónde venimos, lo que hacíamos, donde estamos. Este bosque tiene eso, sin decirme nada aquella vez se llevó parte de mi entusiasmo para devolvérmelo años después, como otra forma de entusiasmo.
Gracias Pablo por la oportunidad y por acordarte de aquella vez en la que te pedí los cortes de la poda, gracias a los que ayudaron.
Algunos días después me llamó Marita, para decirme que había visto las fotos, que le gustaba mucho porque le hacía acordar a un bosque de ella, uno de áceres muy viejos.
Sin dudas el mejor comentario que podía recibir, si fué ella la que me enseñó.
7 comentarios:
Sigo y sigo con los elogios, imagino lo afortunados que son los que pueden ir a tus clases de diseño y te pregunto cuándo vas a venir para Córdoba, aca somos muchos los que te estamos esperando.
Muchas gracias de nuevo y me gustaría algu trabajo con autóctonas de mi zona.
Andrés González, Río Cuarto, Córdoba
Sergio: Hay veces que creemos que perder las esperanzas de un bonsai nacional fuerte y coherente con nuestra esencia, es lo único que va a ocurrir.
Sin embargo, no todo está perdido.
Entre tanto palito en la rueda, pasan cosas buenas.Vos sos una buena cosa, gracias por tu compromiso y contale a todos que hace 7 años, lo que dura el colegio primario, vos sabías que me ibas a ayudar..
El bosque está muy bien, y gracias a tu trabajo , va a estar mejor.
Un abrazo y te olvidaste las macetas
pablo
Muy buen trabajo, muy buena experiencia, muy buena la Historia que luego de años los volvio a unir con valor agregado de ambos, el trabajo en mini equipo es el mejor, la vicion la enterga del que ama y siente es impagable, entonces el resultado sera de ponderar.
Gracias a ambos y &
Saludos y Gracias
yo lo recuerdo tambien cuando pablo lo trajo para la expo de entonses, si antes llamo la atencion que futuro tiene hoy por hoy .......FPRG
Aunque muchos puristas consideran que los bosques y paisajes son como un juego de niños, para lograr un buen bosque es preciso conocer a fondo los elementos y los principios del diseño. En un bosque al igual que en una sociedad es preciso que todos y cada uno de los elementos que lo componen esten en armonia para logar una unidad. Un bosque bonsai nos permite crecer al mismo ritmo que los arboles que lo componen. Hagamos muchos bosques, utilicemos los arboles de nuestros semilleros y llegara el dia en que cada uno de esos arboles sera merecedor de ser llamado "bonsai"
Marita
Sergio pude ver tu bosque de ombues en el Jardin Japones y gracias a eso ya tengo dos!, no son tan grandes pero sin dudas tus trabajos me hacen tener ganas de hacer cosas parecidas.
Soy uno de los tanto autodidactas que entran a este blog a perfeccionarse
Mil gracias
Omar Netvinsky
Neuquén
no dejas de soprenderme !!!!
que boludo como me lo perdi!!!!!
que grande maestro no me olvide de usted pero estoy complicado !!!
salu2
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