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domingo, 23 de agosto de 2009

Yo te llevo para que me lleves

Como buen principiante luchaba con la pinza para sacar yuyos, casi recostado sobre la mesa, tratando de que los pancitos de musgo no se despegaran. Ni hablar de tocar el tronquito, las azaleas son medias débiles y muchas veces apenas se sacuden se les caen las flores. Feliz con mi planta y sus pimpollos (es la azalea del logo del blog en aquella época) fué que escuché el quejido de los que, a fuerza de imaginar cómo evitar obstáculos de espaldas, entraban un bosque de Gynkos (o Gynkgos) a Bonsai Studio, me acuerdo de parte de la conversación entre el dueño -que terminaría llamándose Pablo Filgueira- y mi sensei Marita Gurruchaga. Pinza en mano, semiescondido entre las flores, flashé. No lo llamaría amor a primera vista, sobre todo porque años más tarde me operaría uno de los ojos, pero algo me atrajo al punto de marcar ese momento como uno de los importantes en mi nueva vida-bonsái. Pablo podaba, hablaba, podaba, hablaba y yo juntaba los cortes de la poda. Pregunté si podía llevarlos. Corría el año 2003, y el que sería mi compañero de demostración en el escenario seis años después me dijo que si.

Los bosques
Voy a separar este post en dos, este está dedicado al bosque de Gynkos, en el próximo a los bosques en general, adelantando parte del libro que estamos terminando junto con Marita y algunos otros colaboradores.
¿Qué tienen los bosques que nos llaman tanto la atención? ¿Por qué no compiten mano a mano con los diseños de árboles individuales -mucho más complejos- y sin embargo son de la prefencia de mucha gente? Parte de la respuesta está en las características del bioma que nos rodea, y la imagen estereotipada que tenemos de los bosques. Estamos a costumbrados a ver bosques. A muchos nos gusta caminar por entre los árboles que los componen y eso nos dá un parámetro muy fuerte para poder comparar una composición sobre una maceta o laja con su proyección -desarrollo- en la naturaleza, de inmediato nos damos cuenta si están bien combinados sus elementos, y aunque hay técnicas que facilitan el éxito, la mano del artista siempre es necesaria para crear esa atmósfera que atrae al observador, pieza indispensable para cerrar el círculo.
Cuando vino Masahiko Kimura a la Argentina hizo algunos dibujos para explicar a un reducido grupo de agraciados algunos conceptos, gracias a Marita llegó a mis manos este boceto, uno bastante particular con el que explicó -me contaron- la forma de diseñar bosques tratando de inscribir una buena cantidad de estilos según la posición de cada árbol dentro del bosque.

Dibujo de Masahiko Kimura en el que combina diferentes estilos para conformar un bosque.

La búsqueda de un ritmo lineal marcado por los troncos más el aprovechamiento de la perspectiva nos ayuda a crear la ilusión de una plantación en grupo. Pero esto lo dejamos para el próximo post, ahora hablemos del bosque de Pablo. Buscando entre tantas fotos encontré éstas, de la expo, aquel invierno de 2003 en el invernáculo del Jardín Botánico de Buenos Aires.

Dentro de la marca, a la izquierda, el bosque años atrás.

Un detalle, ya se notaban los años de las plantas -que se miden en décadas-.

Siete años leiter -lo que tardó Brad Pitt en salir del Tibet-
Un día me llegó un mensaje por el facebook, con aquel señor que hablaba y podaba en el vivero de Marita ya nos habíamos metido en el mar de Puerto Rico, -Sergio, tengo ganas de que me ayudes a remodelar el bosque ese que tanto te gusta, el de Gynkos, en realidad te lo dejo que lo hagas vos y yo te ayudo, te animás?, -Meanimo es mi segundo nombre, le respondí, el sábado a las 9? -Dale, no me fallés que te espero. Y ahí fuimos.

9:20 de la mañana, así estaba, muchos años de ir y venir a diferentes exposiciones y esa cosa de atracción sólo comparada con algunos trabajos de Marita y de Alberto Andreoli.

En la mesa de operaciones, un primer análisis de la estructura y posible rediseño fue consensuado con Pablo, un bosque así merece respeto antes que nada, y los casi 1.90 mts del dueño, también.

Las raíces estaban muy entrelazadas, el paso de los años visto desde abajo. Muestras de un buen cultivo.

Como corresponde a dos bichos de barrio, antes de empezar nos hicimos una lista de canciones que arrancaron con Pappo´s Blues y terminaron en El Bordo.

Una limpieza de la superficie para ubicar raíces podridas antes de empezar a separar las plantas.

A esa altura de la mañana empezaron a llegar algunas personas que se contagiaron y se quedaron para dar una mano.

Separamos las plantas tratando de no cortar mucho las raíces, despejamos nebaris buscando características particulares de cada árbol para ser aprovechadas en el nuevo armado.

11:30 El detalle del mate -¡que detalle!- Una vez separados los Gynkos limpiamos la laja, ya estaba todo listo para el nuevo diseño.

Una prueba teniendo en cuenta los altos, las ramas disponibles y la disposición en grupos en forma armónica. Reciclamos los árboles, pasando los más jóvenes hacia adelante y escondiendo los más viejos en el fondo, la idea fue tratar de igualar el desarrollo de las plantas.

Dibujada la silueta del límite del bosque en la laja con una tiza, levantamos las paredes con keto -mezcla de arcilla con turba-.

Evitar que tres árboles formen un triángulo equilátero para que el ritmo visual no sea monótono, tratar que las ramas mantengan un patrón de crecimiento teniendo en cuenta la insolación y las sombras de ramas vecinas, levantar o bajar cada planta según la perspectiva que se busca.

Una vez acomodados los árboles, comenzó la tarea de relleno con una mezcla de suelo de minileca con compost, el por qué de esta composición tiene que ver con que es la que mejor le funciona a Pablo, y como el bosque lo cuida él, que mejor que un suelo que se útil a los dos, bosque y cuidador.

Más plantado y acomodar las raíces con un palito de bambú.

Una vista antes de la poda.

En estos casos, en lo que los árboles no tienen una abundante ramificación secundaria, siempre podo una vez que ya están plantados en su nueva posición. Está claro que la disposición de las plantas se hace teniendo en cuenta las ramas y la futura poda.

Algunos de los árboles tenían brotes basales, esos fueron ubicados en los extremos del grupo para darle más naturalidad y generar puntos de fuga visual.

Pablo inspeccionando “su” bosque, casi las 3:30 de la tarde.

Los cortes de la poda, como marca la tradición, me los traje para plantar.

Vista desde uno de los lados.

Desde el otro lado.

El grupo de trabajo. Gracias a todos.

El nuevo plantado, un total de 17 plantas. Para darle más importancia al árbol principal y hacer que visualmente la maza del tronco fuese más fuerte -todos son muy parecidos- se colocó uno atrás muy cerca de la línea de proyección de éste -el árbol principal-, de esta manera al estar encimados parecen engordar “a simple la vista” el tronco del Gynko que manda.

Yo te llevo para que me lleves
Los que hacemos bonsái somos parte de una rara raza de artistas, cultivadores y hobbistas con la manía de encontrar detalles y recordatorios en nuestros trabajos. Nos sabemos las historias de cada árbol y las contamos muchas veces como anécdotas de Indiana Jones, no todos, está claro. Pero en mi caso en particular tengo una lista de trabajos que fueron parte de mi aprendizaje y lo siguen siendo, son esos que se encargan de recordarnos de dónde venimos, lo que hacíamos, donde estamos. Este bosque tiene eso, sin decirme nada aquella vez se llevó parte de mi entusiasmo para devolvérmelo años después, como otra forma de entusiasmo.

Gracias Pablo por la oportunidad y por acordarte de aquella vez en la que te pedí los cortes de la poda, gracias a los que ayudaron.
Algunos días después me llamó Marita, para decirme que había visto las fotos, que le gustaba mucho porque le hacía acordar a un bosque de ella, uno de áceres muy viejos.
Sin dudas el mejor comentario que podía recibir, si fué ella la que me enseñó.





lunes, 10 de agosto de 2009

Talento de barrio -la Expo de la Mundial-

Pedro pidió una tijera.
Vestía un riguroso traje oscuro, corbata a rayas, en diagonal.
De fondo se veían algunas de las plantas que formaban la expo, de las mejores de los últimos años alguien se aventuró a murmurar mientras el brillo de los flashes en la cinta roja lo obligaba a mirar para abajo.
Pedro buscó al mensajero, estiró el brazo y acomodó la tijera en su mano derecha. Riguroso traje y una de las mejores expo de los últimos años debían mantener la coherencia, esa que completó una simple tijera de podar, de mango rojo.
Todo un símbolo. Uno que dice que no hay que olvidarse del camino recorrido, ni del lugar de dónde venimos. Y eso tampoco tiene que ser un problema para avanzar, quién sabe a dónde.

Espero que no falte ninguna obra, y que los nombres sean los que corresponden, mucho me ayudó un post de José Rivera, gracias.

Cinta cortada. Aplausos. Sonrisas.
Bienvenidos a la expo.
Ucarillo -Bucida espinosa-

Eugenia -Eugenia uniflora-

Nia -Nia buxifolia-

Mangle botón -Conocarpus erectus-

Palo blanco -Casearia decandra-

Roble nativo -Tabebuia heterophylla-

Ilex -Ilex sp-
(el abrazador de acento es un bonsaísta sp.)

Jazmín de agua -Wrightia religiosa-

Acerola -Malpigia punicifolia-
Mangle botón -Conocarpus erectus-

Portulacaria -Portulacaria afro-


Nia -Nia buxifolia-


Olivo -Olea europea-
Mangle botón -Conocarpus erectus-

Acerola -Malpigia punicifolia-

Tamarindo -Tamarindus indica-

Palo muleta -Eugenia ligustrina-

Casuarina -Casuarina equisetifolia-
Eugenia -Eugenia xerophyca-
Brasilian Rain Tree (Piteco) -Pithecellobium tortum-
Campeche -Haematoxylon campechianum-

Roble nativo -Tabebuia heterophylla-

Mangle botón -Conocarpus erectus-

Ucarillo -Bucida espinosa-

Limoncillo -Triphasia trifolia-

Roble -Tabebuia heterophylla-

Laurel de la India (Ficus) -Ficus microcarpa-


Nia -Nia buxifolia-

Almácigo -Bursera simaruba-

Hiedra (Enamorada del muro) -Ficus pumila-

Tachuelo -Pictetia aculeata-

Almácigo -Bursera simaruba-

Jazmín de agua -Whrightia religiosa-

Acerola -Malpigia punicifolia-

Ficus -Ficus macrocarpa- Árbol ganador de la muestra

Roble nativo -Tabebuia heterophylla-

Caliandra -Calliandra haematocephala-

Ucarillo -Bucida espinosa-

Limoncillo -Triphasia trifolia-

Nia -Nia buxifolia-

Jazmín de agua -Whrightia religiosa-

Mangle botón -Conocarpus erectus-

Mesa de shohin


Ciprés calvo -Taxodium distichum-
(con el fondo para observar el tamaño)

Acerola -Malpigia punicifolia-

Ficus -Ficus subulata (nerifolia)-

Portulacaria -Portulacaria afro-

Fukien tea -Carmona microphylla-

Ucarillo -Bucida espinosa-

Limoncillo -Triphasia trifolia-

Cruz de Malta -Ixora coccinea-

Mesa de Shohin

Mangle botón -Conocarpus erectus-


Fukien tea -Carmona microphylla-


Caliandra -Calliandra emarginata-

Mangle botón -Conocarpus erectus-

Brasilian Rain Tree (Piteco) -Pithecellobium tortum-

Portulacaria -Portulacaria afro-

Guamá americano -Pithecellobium dulce-

Escambrón blanco -Machaerium lunatum-

Cruz de Malta -Ixora coccinea-

Nia -Nia buxifolia-

Nia -Nia buxifolia-

Mujer linda y Nia -Premna obtusifolia & Nia buxifolia-

Nia -Nia buxifolia-

Nia -Nia buxifolia-

Mangle botón -Conocarpus erectus-
(esta prometo cambiarla cuando consiga una mejor)

Ficus -Ficus microcarpa-

Retama de San José -Sabinea florida-

Flamboyant rojo -Delonix regia-

Junípero -Juniperus shimpaku-

Pino negro -Pinus thunbergii-

Uva de plata -Coccoloba uvifera-

Nia -Nia buxifolia-


Ficus -Ficus subulata (nerifolia)-

Nia -Nia buxifolia-

Limoncillo -Triphasia trifolia-

Nia -Nia buxifolia-

Nia -Nia buxifolia-

Ficus -Ficus subulata (nerifolia)-

Nia -Nia buxifolia-

Laurel de la India -Ficus microcarpa-

Ficus -Ficus subulata (nerifolia)-


Mangle botón -Conocarpus erectus-

Limoncillo -Triphasia trifolia-


Limoncillo -Triphasia trifolia-


Ficus -Ficus subulata (nerifolia)-

Nia -Nia buxifolia-

Casuarina -Casuarina equisefolia-

Mujer linda -Premna obtusifolia-

Fukien tea -Carmona microphylla-

Ucarillo -Bucida espinosa-
Mangle botón -Conocarpus erectus-


Tuve la suerte de conocer a muchos de los que colaboraron con la exposición, los artistas, los que ayudaron a armar, hasta conocí al fotógrafo oficial en un día no tan ideal como para conocer al fotógrafo oficial. Me quedé observando mientras ponían paneles, traían y llevaban plantas, acomodaban tarimas, todo bajo la atenta mirada del hombre que vestiría traje oscuro, pero en vez de una tijera, llevaba un handy en la mano.

Buena expo. Con ese estilo “latino” que cada vez se hace más presente, a pasitos de su propia identidad. Me acuerdo que una vez en una charla con Salvatore me dijo algo asi como que los latinos no respetábamos tanto los lineamientos y buscábamos más una forma de expresarnos. Será ese nuestro estilo que asoma, más sanguíneo, más emotivo, más expresivo. Más de barrio.
Habrá que explorar el talento.
Ese que los boricuas llaman “talento de barrio”.