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domingo, 16 de diciembre de 2007

Tanuki -¡los dos a la final!-

Pienso que me querían confundir. Como que estaba todo preparado.
El tipo me dijo, - mire, contra las hormigas, nada mejor que la "tablita max", es única, funciona de "dié"; para saber como usarla lea el instructivo.
El papelito decía: a una distancia prudente de la boca del hormiguero, coloque la "tablita max", espere que pase una hormiga por encima y aplástela con el martillito indicado en el catálogo con la letra M (supuse que era M por martillo).
Efectivo. Pero se me pasaron los días tratando de exterminar un hormiguero. Así que hay vamos, dos entregas al precio de una. Tanuki parte 3 y 4.

De visita a una de los viveros amigos (siempre son viveros amigos, aunque nunca fuimos al cumpleaños del dueño) me fui directo a la parte de las pequeñas coníferas. Unas siete especies diferentes, algunas mejores que otras. Levantándolas del piso para ver el tronco, el nebari y las ramas, me dí cuenta con la cara que nos ven la gente que no entiende que estamos haciendo, pesarán que estamos locos "desvistiendo" las plantas buscando algo raro.

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Elegí un Junípero Yukon Bell de $22, una extraordinaria relación costo-beneficio, ideal para practicar, no tan doloroso si se muere. Tenía aspecto de que hacía rato estaba en ese envase.



Una vez en casa, empezamos a ver de que manera se podían hacer amigos, la raíz y el junípero, buscando la forma de combinar curvas, tratando siempre de no forzar la línea del tronco del árbol. Más que nada, porque al estar la posibilidad de tallar la madera es preferible adaptar esta última al árbol. Inclinando un poco el tronco aparecía una curva parecida a la que traía la planta.


Podía funcionar. Normalmente trato de dibujar el diseño que espero me salga. En este caso, con la inagotable fuente de inspiración que es ecuchar a Los Cafres mientras me tomo un material (traducción: escuchar música reggae y tomar mate) y utilizando como soporte técnico la cartuchera de la escuela de mis hijas, me salió este bonito proyecto. Cualquier queja, seguro que fue el agua del mate.


Ahora que sabemos que planta vamos a usar, queda trabajar los detalles de la madera muerta, el largo de las ramas, la terminación. Recordemos que mientras preparamos la madera para resaltar detalles de texturas, dejamos algunas partes sin tocar, bueno, les llegó el momento.
Como la madera estaba extremadamente dura y seca, utilicé varios métodos para doblar, desde humedecerla, alambrarla y meterla dentro del horno de la cocina para darle calor, hasta usar el "soplete loco" para calentarla en puntos específicos y así tener más dominio sobre lo que se dobla. El resultado fue una madera con ramas no tan largas para poder tener espacios negativos marcados que permitan ser complementados con las ramas del junípero que no eran muy largas.


Como no es una época ideal para manosear juníperos, fueron necesarios varios acercamientos de la madera con la planta hasta tallar la canaleta que hará las veces de contenedor del tronco de la planta. Para que se vea el tronco y parezca una vena viva del árbol semimuerto, la profundidad de la canaleta debería ser un poco más profunda que la mitad del tronco, ok, ok, querés una medida, ponele dos tercios dentro de la canaleta y un tercio que se vea como vena viva. Yo (que no soy Carlos Saccan) clavo el tronco a la madera, normalmente con clavos de bronce, pero como imaginaran, no tenía. El tronco tiene que quedar firme, pero no muy apretado para que al mover el árbol en el plantado y en el alambrado no se rompa la corteza.



Trabajada la madera y unida a la planta, sólo quedaba trasplantar ambos a una maceta. Para este diseño voy a utilizar una que compré en Mundo Bonsai, bastante amplia como para dejar crecer al árbol pero no tan enorme como para que quede obsceno.




Antes de plantar, casi me olvido, y para proteger la madera de la humedad de la tierra, es bueno pintarla (bien pintada dije (bien de mucho)) con aceite de lino, la base y lo que va dentro de la tierra principalmente. Esta es la vista de los tres elementos unidos previos al alambrado: maceta, madera y planta. Unas horitas de alambrado para tratar de que parezcan una sola cosa.



Vista aérea.



Parecido al dibujo. Falta pinzarlo un poco, pero como no conozco demasiado a esta especie, prefiero dejarla que se recupere un poco y después seguir con el detalle de las mazas de verde. Aún así, Thierry Font me dijo una vez mientras nos tomabamos unas cervezas en Brasil, que siempre es mejor dejar en los juníperos una maza de hojas que no sea inferior al 25% del total que tenía la planta antes del modelado.

Tanuki me pediste.
Tanuki tenés.





2 comentarios:

Juan Manuel dijo...

Muy buen artículo Sergio. Llegué acá a través del blog de Javier Maure, pero ya te conocía a través del libro que escribiste junto a Marita Gurruchaga. Te dejo la dir de mi blog, http://juanmrbonsai.blogspot.com
Te voy a agregar a los links!
Saludos

JUANIMILU dijo...

Este comentario va dirigido sobre todo a aquellos que votan en la encuesta "que le agregamos al blog" me parece que tenemos que tener en cuenta que es un blog educativo e instructivo, piensen que deberiamos mas aprender a realizar trabajos que ya verlos realizados, trabajos hechos encontramos en muchos blogs, como realizarlos, en muy pocos.